jueves, 18 de septiembre de 2008

"Hoja superficial", de Alberto Clavería

A nadie le importa que
caigan las hojas en otoño.
Dicen que es normal
y luego las pisotean.

Es como si me pisotearan a mí.

El viento se las lleva,
suelen caer en los desagües
y los atascan.
Bueno, ellas tampoco tienen la culpa.

Es como si me culparan a mí.

Otras tienen diferente suerte
y son recogidas por manos llenas de callos,
que las arrojan a la chimenea
para hacer arder los leños.

Es como si me quemaran a mí.

También están las que consiguen malvivir
entre páginas de libros o
sepultadas entre dos cristales
por los coleccionistas.

Es como si me encerraran a mí.

Anoche perdí el sentido y soñé
que era hoja de árbol.
Por la mañana perdí el sueño y sentí
lo que era despertar.

Es como si una nueva hoja naciera.


Alberto Clavería

1 comentario:

Mike dijo...

Este me ha gustado, creo que nunca me había parado a pensar en las hojas en otoño de tal forma