Las miradas que no se balancean de tus ojos
lanzan los puños que rompen los espejos
y se despiertan a mediodía
intentando no recordar a dónde fueron la noche anterior.
Luego beben e intentan olvidarlo todo.
Para media tarde ya se han ido de compras
y se prueban nuevos amores
(mientras tanto, las miradas que me corresponden a mí
esperan fuera
fumando un cigarro tan corto que
cuando se acaba
no pueden hacer otra cosa que encender otro).
Las miradas que no son para mí
se pasean escogiendo sin sentirse culpables,
pues cobraron ayer
y van a sacar la VISA de cariño a pasear.
Al llegar a casa, llaman a sus miradas amigas
y organizan una reunión de tuppersex.
Mis miradas traen canapés y vasitos
de moscatel,
ignorando lo que de todas formas
ya saben:
que si no pasaron antes por el mercado,
eso significa que tus miradas
se van a comer a las mías
a nada que se pasen un poquito con los chupitos.
Alberto Clavería
lanzan los puños que rompen los espejos
y se despiertan a mediodía
intentando no recordar a dónde fueron la noche anterior.
Luego beben e intentan olvidarlo todo.
Para media tarde ya se han ido de compras
y se prueban nuevos amores
(mientras tanto, las miradas que me corresponden a mí
esperan fuera
fumando un cigarro tan corto que
cuando se acaba
no pueden hacer otra cosa que encender otro).
Las miradas que no son para mí
se pasean escogiendo sin sentirse culpables,
pues cobraron ayer
y van a sacar la VISA de cariño a pasear.
Al llegar a casa, llaman a sus miradas amigas
y organizan una reunión de tuppersex.
Mis miradas traen canapés y vasitos
de moscatel,
ignorando lo que de todas formas
ya saben:
que si no pasaron antes por el mercado,
eso significa que tus miradas
se van a comer a las mías
a nada que se pasen un poquito con los chupitos.
Alberto Clavería
2 comentarios:
me gusta el poema, me gusta.
oye estoy montando un revista digital de arte, y en ella hay literatura, te gustaría colaborar con dos o tres poemas?
déjame un mail y te mando información
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