Qué quieres que te diga,
si me paso la mitad de la primavera rezando
para que me den la otra mitad.
Me conoces de sobra,
yo soy noches de intemperie,
rechazos disimulados de ironía,
gestos disfrazados del trajín del día a día.
Y aún así me animo a buscarte cuando todo es vacío
porque entre dos se aguanta mejor todo esto de la vida,
si se afilan las aristas de las palabras nos quedamos con el frío
que es sabernos huecos de noticias prometidas.
Pero te miro de lejos y todo es en vano,
ni la hierba mala muere ni el grifo deja de gotear,
porque aunque en tierra yerma deje caer la mano
el músculo piensa en otro lugar...
Otro lugar mejor.
Alberto Clavería
si me paso la mitad de la primavera rezando
para que me den la otra mitad.
Me conoces de sobra,
yo soy noches de intemperie,
rechazos disimulados de ironía,
gestos disfrazados del trajín del día a día.
Y aún así me animo a buscarte cuando todo es vacío
porque entre dos se aguanta mejor todo esto de la vida,
si se afilan las aristas de las palabras nos quedamos con el frío
que es sabernos huecos de noticias prometidas.
Pero te miro de lejos y todo es en vano,
ni la hierba mala muere ni el grifo deja de gotear,
porque aunque en tierra yerma deje caer la mano
el músculo piensa en otro lugar...
Otro lugar mejor.
Alberto Clavería
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