Hay mil acantilados
por los que me despeñaría,
pero si tuviera que escoger uno
sería el de tus ojos cuando te maquillas.
(Ayer lo tuve por un momento
pero se me escapó como agua entre las manos,
ni siquiera le pregunté su nombre para recordarlo.)
Las palabras que sueltas
me desgarran los oídos antes siquiera
de salir de tu boca
y cuando me llegan son ya tortura.
(Desde entonces, paso las noches en vela
preguntándome cuándo volverá
y si tendré tabaco y café suficientes.)
Tu sonrisa es para mí
una carpa de circo
con las jaulas de los animales
abiertas.
(Acumulo calderilla al fondo de los bolsillos
para que al caminar
me siga sintiendo vivo.)
El aire se hará notar
alborotando tu pelo
y lo peor es que
yo estaré ahí para verlo.
(Siempre lo supe y nunca me dí cuenta:
el café más malo es el de las despedidas
y los paraguas solo se echan de menos en medio de la lluvia.)
Los ecos de tus pasos
me taladran de día y de noche,
y ni abriendo las ventanas
me deshago de su ruido.
(Lo dejo ir, pienso, lo dejo ir
como si no me importase,
pero mañana no sé si amanecerá.)
------------------------------------
(Las letras en cursiva son de la canción El viento, Triana.)
por los que me despeñaría,
pero si tuviera que escoger uno
sería el de tus ojos cuando te maquillas.
(Ayer lo tuve por un momento
pero se me escapó como agua entre las manos,
ni siquiera le pregunté su nombre para recordarlo.)
Las palabras que sueltas
me desgarran los oídos antes siquiera
de salir de tu boca
y cuando me llegan son ya tortura.
(Desde entonces, paso las noches en vela
preguntándome cuándo volverá
y si tendré tabaco y café suficientes.)
Tu sonrisa es para mí
una carpa de circo
con las jaulas de los animales
abiertas.
(Acumulo calderilla al fondo de los bolsillos
para que al caminar
me siga sintiendo vivo.)
El aire se hará notar
alborotando tu pelo
y lo peor es que
yo estaré ahí para verlo.
(Siempre lo supe y nunca me dí cuenta:
el café más malo es el de las despedidas
y los paraguas solo se echan de menos en medio de la lluvia.)
Los ecos de tus pasos
me taladran de día y de noche,
y ni abriendo las ventanas
me deshago de su ruido.
(Lo dejo ir, pienso, lo dejo ir
como si no me importase,
pero mañana no sé si amanecerá.)
------------------------------------
(Las letras en cursiva son de la canción El viento, Triana.)
Alberto Clavería
2 comentarios:
Joder, qué bueno...
Me ha gustado especialmente. Me identifiqué en varias partes.
Saludos.
Publicar un comentario