jueves, 17 de septiembre de 2009

"La cruz", de Alberto Clavería

Nunca olvides que es siempre
la misma moneda
la que paga flores y luego
paga metralletas o
la que cae hoy cara
y mañana cruz,

la misma flor la que dice
lo siento
y la que provoca
alergia,

la misma tinta la que traza
lindas palabras de amor
y más tarde firma
declaraciones de guerra,

el mismo tiempo que
nos da la vida
y nos mata,

las mismas lágrimas
de risa
o de pena,

y la misma llamada de teléfono
que trae buenas noticias
o muy malas.

Pero lo único que siempre
es igual,
lo que nunca jamás
cambia

es la cruz
que uno arrastra en vida
y que finalmente
acaba decorando su tumba.


Alberto Clavería.

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