Sólo en la noche encuentro a mi amada
de noche, cuando más sólo
en el llano en que no hay nadie
sino una dama que aúlla
con la cabeza en la mano
sólo en la noche encuentro a mi amada
con la cabeza en la mano.
Le ofrezco como el incienso
que otros reyes la donaran
mis recuerdos en la mano
ella me tiende su cabeza
y luego, con la otra mano
lenta a la noche señala.
Solo en la noche, en la hora nona
salgo a buscar a mi amada
y en el llano como ciervos
corren veloces mis recuerdos.
Tuve la voz, trovador fui
hoy ya cantar no sé
trovador, no sé hoy quién soy
y en la noche oigo a un fantasma
a los muertos recitar mis versos.
Leopoldo María Panero
de noche, cuando más sólo
en el llano en que no hay nadie
sino una dama que aúlla
con la cabeza en la mano
sólo en la noche encuentro a mi amada
con la cabeza en la mano.
Le ofrezco como el incienso
que otros reyes la donaran
mis recuerdos en la mano
ella me tiende su cabeza
y luego, con la otra mano
lenta a la noche señala.
Solo en la noche, en la hora nona
salgo a buscar a mi amada
y en el llano como ciervos
corren veloces mis recuerdos.
Tuve la voz, trovador fui
hoy ya cantar no sé
trovador, no sé hoy quién soy
y en la noche oigo a un fantasma
a los muertos recitar mis versos.
Leopoldo María Panero
1 comentario:
si señor, dos poemones de dos POETAS de los de verdad y no de pamplinas y lunas como uno que yo no sé si conozco hasta bien, pero tiene mi misma cara y mi mismo cuerpo y hasta mi mismo nombre
un abrazo
el kebran
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