Perdóname si bajo rebotando
de las montañas,
es porque en mi cueva
jamás cupieron las lámparas de araña.
Además, le he robado los colores
a un cielo que ya está gris,
espero que no se note
a la hora de repartir el botín.
Nadie dijo nunca que fuera conveniente
el beber de la abotargada copa del altar mayor,
pero es el consuelo que queda
si me niegas con la cabeza y aplaudes con el corazón.
Alberto Clavería
de las montañas,
es porque en mi cueva
jamás cupieron las lámparas de araña.
Además, le he robado los colores
a un cielo que ya está gris,
espero que no se note
a la hora de repartir el botín.
Nadie dijo nunca que fuera conveniente
el beber de la abotargada copa del altar mayor,
pero es el consuelo que queda
si me niegas con la cabeza y aplaudes con el corazón.
Alberto Clavería
1 comentario:
Molt tremen el poema del Chal·lie! jajaja
veig que tu també te l'has posat aquí sota. Si si.
Mola
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