Una vez, en un funeral
andaba yo fuera de la iglesia,
bien vestido y fumando un cigarrillo.
Resulta que un anciano me debió confundir
con uno de los familiares del difunto,
y empezó a abrazarme y a decir
que en el fondo, no éramos nada.
Al segundo siguiente,
docenas de personas me estaban abordando.
Solo pude agradecer y devolver los abrazos,
musitando que sí,
que efectivamente,
no éramos
nada.
andaba yo fuera de la iglesia,
bien vestido y fumando un cigarrillo.
Resulta que un anciano me debió confundir
con uno de los familiares del difunto,
y empezó a abrazarme y a decir
que en el fondo, no éramos nada.
Al segundo siguiente,
docenas de personas me estaban abordando.
Solo pude agradecer y devolver los abrazos,
musitando que sí,
que efectivamente,
no éramos
nada.
1 comentario:
Si al final,
sempre tens raó
i certament, no som res :)
m'agrada aquesta última entrada baby.
Demà tindrem batalla. Ho veuràs.
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